LA PLANIFICACIÓN DE LA IMPLANTACIÓN DE RCM3

Como cualquier otro proyecto que se emprende en el mundo industrial, un proceso RCM3 que se desee que sea exitoso debe ser meticulosamente planificado. Esto supone definir una serie de objetivos, definir el alcance, definir determinados hitos, y asignar una serie de recursos. Este segundo capítulo se ha dedicado, precisamente, a la planificación del proceso como elemento clave para el éxito de éste.

Este artículo es un extracto de la Guía 4: Guía para la implantación de RCM3 en instalaciones.

Infórmate sobre esta guía pinchando aquí


Planificar la implantación RCM3 significa:
  • Definir el alcance, es decir, a qué equipos, subsistemas, sistemas o áreas se aplicará la metodología RCM3. Aunque esta metodología está inicialmente pensada para ser implantada en toda la instalación, RCM3 puede aplicarse a solo una parte. Conviene incluso llevar a cabo una experiencia piloto para tener claro lo que implica. La definición del alcance supone también definir el nivel de profundidad con el que se abordará el estudio
  • Definir los recursos que se van a emplear, que son fundamentalmente un equipo humano capaz de llevar a cabo el proceso, y puntualmente, el asesoramiento de una empresa externa si se requiriera.
  • Definir la secuencia en la que se van a estudiar los diferentes sistemas incluidos en el alcance.
  • Fijar plazos, fechas exactas, en las que se debe tener completado cada hito
  • Realizar una reunión de lanzamiento con todos los implicados.

Un trabajo bien planificado es posible que salga mal. Un trabajo mal planificado es muy poco probable que acabe consiguiendo sus objetivos en los plazos adecuados y con unos costes razonables, incluso es dudoso que pueda conseguirse objetivo alguno.

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